lunes, 27 de octubre de 2014

Día 6: Tejas de almendra


Como dije en la anterior receta, la almendra va a ser protagonista los próximos meses. Aunque las tejas no sean un dulce típico de ninguna fecha, siempre son buena opción como variedad de pastas para acompañar un café. Además, son realmente fáciles y rápidas de hacer, por lo que no tenéis excusa para no intentarlo.
Por supuesto, si lo preferimos pueden hacerse sin almendra y aromatizarse con ralladura de naranja o limón.

Ingredientes:
-125g de almendra en granillo
-125g de azúcar
-25g de harina floja
-2 huevos
-Vainilla o ralladuras de cítricos
-Una pizca de sal
-Extras: nata líquida y mantequilla sin cantidad



Elaboración:
En un bol mezclamos con las varillas todos los ingredientes, añadiendo en último lugar la harina. La mezcla debe tener una consistencia ligeramente fluida.
Según el tamaño de los huevos puede quedar mas o menos espesa, así que si quedase demasiado espesa, añadimos unas gotas de nata líquida, o harina si estuviera demasiado líquida.


Engrasamos una bandeja de horno ligeramente con mantequilla y formamos círculos de mezcla bien separados ya que se extenderán bastante. Si es poca cantidad una cuchara es suficiente, pero cantidades grandes una manga pastelera puede ahorrarnos tiempo.

Las introducimos en el horno precalentado a 200ºC durante unos 5-10 minutos hasta que empiecen a dorarse. Hay que estar muy atentos para que no se doren demasiado y cuando tengan el punto perfecto, las sacamos y para darles la característica forma curvada, las despegamos con una espátula y las ponemos sobre un tejero o en su defecto sobre rodillos de amasar, botellas, o lo que tengamos a mano. Es importante hacerlo muy rápido, ya que si se empiezan a enfriar se endurecerán y no cogerán forma. Podemos volver a meterlas unos segundos al horno para que vuelvan a ponerse blandas pero sin dejar de vigilarlas.

Una vez frías hay que asegurarse de guardarlas en un lugar muy seco y cálido para evitar que se revengan y pierdan el crujiente característico.

En la foto algunas parecen muy blancas, pero es cosa de la cámara.
Consejos:
-Si al meterlas en el horno, ya sea por que la bandeja esté deformada o inclinada, puede que las tejas pierdan la forma. Un buen truco para que queden perfectas es cortarlas con un aro cuando estén a media cocción y así saldrán con forma redonda perfecta.
-En este caso no uso papel de horno porque se cuecen mejor directamente sobre la bandeja y además el papel se arruga y puede pegarse o romperse al pasar la espátula. Una fina capa de mantequilla hará que se despeguen de la bandeja sin problema.

viernes, 24 de octubre de 2014

Dia 5: Pastas de manga


Nada mejor que una tarde de domingo para hacer unas pastas. Las pastas de manga son fáciles de elaborar y tienen una textura mas quebradiza y arenosa que otras que puedan trabajarse con la mano.
Es una buena oportunidad para practicar con la manga y las posibilidades son muy variadas.

De nuevo los ingredientes básicos son los mismos que los de recetas anteriores: huevos, mantequilla y harina; junto con uno de mis ingredientes favoritos: la almendra. Usaremos mucho la almendra en próximas recetas ya que es un ingrediente muy habitual en el día de todos los santos y en las épocas navideñas.

Ingredientes:
-250g de mantequilla
-125g de azúcar glas
-325g de harina floja
-2 huevos y una yema
-125g de almendra molida
-una pizca de sal
-Una rama de vainilla natural o vainillina



Elaboración:
Para empezar y como ya va siendo habitual, la temperatura es importante. Debemos partir de huevos y mantequilla a temperatura ambiente o darles un golpe de microondas a baja potencia para que la mantequilla esté muy blanda y los huevos templados.

Mezclamos en un bol la mantequilla, el azúcar, la sal y la vainilla hasta que estén perfectamente uniformes.
Sequimos añadiendo los huevos uno por uno hasta integrarlos completamente y obtener una masa homogénea.
Por último incorporamos la almendra molida y después la harina. Es mas fácil mezclar la harina si lo hacemos en dos veces.

Cargamos una manga pastelera con boquilla rizada del número 10, o del 8 si queremos pastas mas minimalistas.
Podéis darles cualquier forma, siempre evitando zonas muy delgadas ya que se quemarán. A mi me ha dado para tres tandas y he hecho conchas, redondas con almendra y alargadas con almendra laminada.
 Podéis hacer corazones, herraduras, o cualquier cosa que se os ocurra. Las redondas suelen decorarse con guindas o con un punto de mermelada, pero yo en este caso he puesto almendras crudas enteras.
Se puede usar cualquier fruto seco como decoración.

Precalentamos el horno a 200ºC e introducimos las pastas unos 10-12 minutos hasta que empiecen a tomar color dorado pero sin pasarse.













Se pueden decorar de mil maneras. Yo he usado chocolate y coco para las conchas y azúcar glas para las alargadas.


Consejos:
-Hay que evitar si es posible poner pastas de diferentes formas en la misma bandeja de horno ya que según la forma unas pueden hacer antes que otras y estaríamos ante un problema. También hay que procurar mantener un tamaño lo mas parecido posible.

-Podéis moler la almendra en casa con la Thermomix o con algún otro triturador. Conviene que las almendras estén frías porque si se calientan al triturarse soltaran el aceite y obtendremos una pasta grasa. Lo mejor es usar toques cortos con el modo turbo.

jueves, 23 de octubre de 2014

Día 4: Cookies

De bizcochos pasamos a galletas. En este caso, las famosas "cookies" con pepitas de chocolate.
Ingredientes muy parecidos a los anteriores, pero pasamos de textura esponjosa a crujiente tan solo variando las proporciones. Como veis, con solo harina, huevos, mantequilla y azúcar podemos elaborar un sin fin de recetas dulces.
No es una receta "original" americana, pero es la que uso y están muy buenas. antes de hacerlas cogí cuatro recetas diferentes y las comparé. No compartían proporciones entre si, así que para la próxima vez probare otra receta y si me gusta el resultado la subiré.
Vamos con estas deliciosas cookies.

Ingredientes:
-275g de mantequilla
-340g de harina
-250g de azúcar moreno
-250g de pepitas de chocolate
-3 huevos
-7g de impulsor (levadura Royal)
-Una pizca de sal
-Vainilla natural, vainillina o aroma de vainilla

Elaboración:
De nuevo como en la receta anterior, es importante la temperatura de los huevos y la mantequilla o podría cortarse la mezcla y tendríamos que calentarlo y perder tiempo. La mantequilla debe estar muy blanda y los huevos a temperatura ambiente. En ambos casos el microondas a baja potencia es la mejor opción.

En un bol o en la amasadora con la pala mezclamos la mantequilla en pomada con el azúcar, la sal y la vainilla. Mezclamos bien y vamos añadiendo los huevos uno a uno hasta que se integren bien. Continuamos con las pepitas de chocolate. Si no tenéis o queréis usar pepitas de chocolate, podéis picar vosotros mismos con el cuchillo o un robot de cocina una tableta de chocolate negro o con leche, según gustos. Otra opción es sustituir la mitad o todo el chocolate por frutos secos, como nueces, almendras o avellanas.

Añadimos el impulsor y la harina y mezclamos hasta que quede homogéneo. Yo utilizo para todo el proceso una cuchara de madera ya que con las varillas se irá complicando a medida que la masa se espesa.

A la hora de porcionar la masa, tenemos dos opciones:
-Llenar una manga con la masa recién hecha y blanda y escudillar sobre la fuente del horno pequeños montoncitos. No pasa nada porque tengan pico, ellas solas se aplanan en el horno.

-Formar un cilindro envuelto en film transparente y congelarlo. Después solo hay que cortar rodajas y ponerlas en la bandeja.



Procurad no juntarlas mucho unas con otras porque se extienden en el horno y podrían pegarse. En la primera tanda las podéis poner bastante separadas y cuando estén hechas calculais el tamaño para la siguiente y así aprovechar al máximo el espacio.

Unos 10-12 minutos a 190º deberían ser suficiente. Cuando empiecen a dorar por los bordes estarán listas. No os preocupeis si salen blandas del horno, al enfriar se endurecen. Las dejamos enfriar sobre rejilla y cuando estén totalmente frías las guardamos en un recipiente hermético con un poco de papel absorbente en el fondo.
 Es muy importante protegerlas de la humedad para que se mantengan crujientes.

Consejos:
-Escudillar: dar forma a una masa o crema mediente una manga pastelera
-Para usar la manga con masas tan densas, es mejor dar un par de vueltas a una porcion de la punta de la manga para formar una especie de pequeña manga y poder usarla con mas facilidad, en lugar de apretar toda la masa a la vez.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Día 3: Plum-cake básico


Hoy traigo un plum-cake clásico, para los que no sean muy amigos del plátano.
Siento los días de inactividad, pero el fin de semana estuve fuera y ahora estamos pintando la cocina, pero mañana todo debería volver a la normalidad.

Este plum-cake es el que se suele guarnecer con frutas confitadas y pasas, pero en mi casa no gusta mucho así que omito en mi caso las frutas.
Es un bizcocho algo mas seco que otros pero de sabor muy rico, perfecto para acompañar el café o el desayuno.

Ingredientes (para un molde grande-mediano de plum-cake):
-250g de mantequilla 
-250g de azúcar glas
-300g de harina
-5 huevos
-4g de impulsor (levadura Royal)
-Una pizca de sal (2g)
-Aromas: vainilla o ralladura de naranja o de limón, etc.

-Complementos opcionales:
  ·150g de pepitas de chocolate
   o 150g de frutos secos tostados
   o 125g de frutas confitadas picadas + 50g de pasas, todo macerado en un poco de ron o coñac

Elaboración:
Mantequilla lo mas blanda posible pero sólida.
Lo primero y mas importante de todo en esta receta es la temperatura de los ingredientes. Necesitamos que la mantequilla esté muy blanda, pero no fundida, y los huevos a temperatura ambiente. Si estos ingredientes están fríos podemos meterlos al microondas a baja potencia y con cuidado de no cuajar los huevos o fundir la mantequilla. Esto es tan importante porque de otra manera al añadir los huevos y batir con la mantequilla y se cortará. Esto tiene solución, pero nos hará perder tiempo.

Empezamos batiendo con varillas la mantequilla y el azúcar glas. Trabajamos un poco para que tenga una textura de pomada y añadimos la sal y los aromas, en mi caso, vainilla natural. Sin dejar de batir incorporamos los huevos uno a uno, no añadiendo el siguiente hasta que esté bien incorporado. Si se empieza a cortar no pasa nada. La mantequilla al enfriar empieza a solidificar y forma grumos, lo que impide la emulsión huevos-grasa. Basta con meter el recipiente donde estemos trabajando al baño maría solo unos segundos para que se mezclen sin problema.


Tras batir un rato, tamizamos la harina con el impulsor, y si añadimos algún ingrediente como pepitas o pasas las mezclamos con la harina para evitar que se hundan a la hora de llenar los moldes y todo se quede en el fondo.
Mezclamos el batido con la harina a mano y trabajando solo lo necesario y procedemos a llenar los moldes. 
Un encamisado fino evita que el bizcocho
tenga una corteza blancuzca
Primero deberemos haberlos encamisado con mantequilla y luego harina o forrados de papel de horno por su interior. Prácticamente no hace falta pasar un cuchillo por los bordes, sale solo. 








A mi me gusta decorarlos con un cordón de almendra laminada, pero podéis cambiarlo por otro fruto seco u omitirlo.
Horneamos a 180ºC durante 30-45 comprobando en los últimos 15 minutos si está hecho pinchando con una brocheta. Si sale seca, está listo.
Dejamos enfriar sobre rejilla y decoramos a gusto con azúcar glas, chocolate, etc.

Consejos:
-Al ser un bizcocho algo seco, conviene no pasarse con el punto de cocción, por tanto es mejor un pelín crudo que pasado. Además guarda mucho calor durante un buen rato, y seguirá cociendo interiormente algunos minutos después de sacarlo del horno.
-Es posible cambiar la mantequilla por margarina, pero lo desaconsejo totalmente puesto que el sabor no es tan bueno.
-Si incorporamos frutas confitadas, debemos ponerlas a macerar con una copita de ron o coñac durante una hora al menos y luego escurrirlas. Podemos reutilizar la bebida para salsas o cócteles sin problema.

jueves, 16 de octubre de 2014

Día 2: Plum-cake de plátano


Hoy os traigo un rico plum-cake elaborado con plátano. Unos plátanos demasiado pasados quizá para comerlos son la excusa perfecta para hacer este bizcocho.
Es jugoso y especiado, con un interior cremoso. Su aroma es delicioso.
Los plum-cakes, también llamados "pasteles de viaje" por no necesirtar frío para su conservacion, son un bizcocho ideal para desayunos y meriendas. Vamos con la receta.

Ingredientes (para dos moldes grandes de plum-cake):
- 8 plátanos + 2 o 3 para el interior
- 700 gr de azúcar moreno o moscovado si tenemos acceso a él
- 500 gr de harina floja
- 240 gr de aceite de oliva o girasol
- 4 huevos
- 20 gr de bicarbonato o royal en su defecto
- 10 gr de sal
- 1 cucharadita de nuez moscada
- 1 vaina de vainilla raspada


Elaboración
Voy a hacer la mitad de la receta.


Para empezar, precalentamos el horno a 220º o en modo grill, cogemos los plátanos extra (mejor que estén algo enteros) y los pelamos. Los cortamos en rodajas de un centímetro de grosor aproximadamente y los ponemos en una bandeja de horno con papel. Ponemos un poco de azúcar sobre cada rodaja y los llevamos al horno hasta que empiecen a caramelizar, unos 15 minutos según el horno.


 A la vez que los plátanos se van dorando, encamisamos los moldes. Primero untamos una capa muy fina de mantequilla, con los dedos o un pincel, y luego espolvoreamos de harina por todos los rincones.







Mientras se enfrían un poco, ponemos en un bol, jarra batidora o thermomix los plátanos, los huevos y el azúcar y trituramos. Incorporamos, a chorro fino el aceite y seguimos batiendo hasta que quede cremoso y homogéneo.
Añadimos la sal, el bicarbonato, el interior de la vaina de vainilla y la nuez moscada, mejor si es recién rallada.

Por último incorporamos la harina suavemente y trabajando solo lo necesario.


Llenamos un tercio del molde con el batido y colocamos una fila de rodajas de plátano caramelizadas, y cubrimos hasta otro tercio del molde con el batido. esto hará que el bizcocho tenga sorpresa al cortarlo y tenga un interior cremoso.
Si sobra mezcla, lo ponemos en cápsulas de magdalena o moldes pequeños.


Llevamos al horno, a 180º durante 30-45 minutos según el tamaño del molde y el horno, hasta que al pinchar con una brocheta esta salga seca. A los pocos minutos la cocina se llenara con un olor delicioso. Nunca hay que abrir el horno durante los primeros 20-30 minutos o se bajará.
Una vez que esté cocido, lo ponemos sobre una rejilla, dejamos que se atempere unos minutos y desmoldamos con cuidado, despegando los bordes con un cuchillo. Dejamos que termine de enfriar sobre la rejilla y listo para comer.




Si queremos decorarlo, podemos hacerle lineas con chocolate blanco fundido, o simplemente espolvorearlo con azúcar glas. Que aproveche.

Consejos:
- Al encamisar moldes es aconsejable darles unos golpes boca abajo contra la encimera para quitar todo el exceso de harina y evitar que se forme una corteza blancuzca en el bizcocho. Otra alternativa es forrar los moldes con papel de horno, con lo que saldrán perfectos.
- Podemos aprovechar la vaina de vainilla raspada para hacer unas natillas, crema pastelera o para aromatizar un almíbar. Para conservarlas lo mejor es meterlas en un tarro hermético con azúcar, así conseguiremos azúcar vainillado casero y las vainas aun pueden infusionarse, asi que no las tiréis!

miércoles, 15 de octubre de 2014

Día 1: Pan de cebolla


Como primera receta he hecho unos panecillos de cebolla. El pan es uno de los alimentos mas básicos, así que me pareció una  buena idea.

Este pan es muy sencillo, con pocos ingredientes, y con un aroma espectacular. En este caso he usado harina integral, porque es la única que tenía en casa. Tuve que aumentar ligeramente la cantidad de agua, pero la receta os la doy con harina blanca. Vamos a ello.


Ingredientes:
-1 kg de harina de media fuerza
-300 gr de cebolla picada fina
-50 gr de mantequilla
-500 ml de agua a temperatura ambiente
-20 gr de sal
-50 gr de levadura fresca de panadería


Elaboración:
El primer paso es picar la cebolla, ya sea a cuchillo o mediante picadora.
La ponemos a rehogar con la mantequilla, a fuego medio-bajo, hasta que quede translúcida y sin que se dore.
 Una vez lista la dejamos enfriar, ya que si la echamos en caliente en la masa, subiría su temperatura y se alteraría.



Disolvemos la levadura en el agua para asegurarnos de que se reparte homogéneamente y sin que queden grumos.

Si hacemos el amasado a mano, formamos un volcán con la harina y vamos incorporando los ingredientes en el centro, mezclándolos poco a poco con los dedos hasta que podamos trabajar la masa. Trabajamos la masa estirándola y doblándola hasta que quede una masa lisa, homogénea y elástica.
Si lo hacemos con amasadora, incorporamos primero los líquidos y después vamos añadiendo el resto de ingredientes, terminando por la harina.


La temperatura final de la masa debe estar entre 24º y 25º.
Una vez lista la masa, la dejamos reposar unos 15 minutos para que pierda fuerza, tapada con film o en un recipiente. Esto nos facilitará darle la forma final.

Dividimos la masa en porciones con un cuchillo o cuerna, en mi caso panecillos de 60 gr. Una de las formas para dividirla es formar un cilindro e ir cortando rodajas iguales.

Boleamos las piezas con la mano, formando un arco con los dedos y haciendo círculos sobre la mesa, para que la forma sea lo mas perfecta posible y la superficie sea lisa y tensa, lo que favorece que mantenga una forma bonita cuando fermente y doble su volumen. Yo he hecho panecillos redondos, pero las formas solo tienen como limite la imaginación. Eso si, hay que evitar los picos finos ya que se pueden quemar con facilidad.

Colocamos las piezas sobre una bandeja de horno ligeramente engrasada o con papel y dejamos que fermenten hasta doblar su volumen. Un buen lugar para ello es el horno apagado en el que introduciremos un cazo pequeño con agua hirviendo para aportar un ambiente cálido y húmedo que tanto le gusta a la levadura.
Yo he decorado los panecillos con un poco de queso rallado, pero también se pueden usar semillas de amapola, sésamo,etc, o no ponerle nada, según nuestro gusto.

Precalentamos el horno a 215º, calor arriba y abajo y pulverizamos agua en el interior justo al introducir los panes para generar algo de vapor.

Horneamos hasta que tengan un bonito color dorado y dejamos enfriar sobre rejilla. Otra opción es darles solo media cocción y una vez fríos congelarlos. Luego cuando los necesitemos tan solo hay que meterlos congelados en el horno y terminar de cocerlos.

Consejos:
-Si queréis decorarlos con semillas, pintamos muy ligeramente con agua los panes nada mas bolearlos y le pegamos las semillas usando un platillo
-Este método de amasado es el llamado método directo, usando solo levadura y con tiempos de reposo cortos, pero podéis dejar la masa fermentar antes de dividir, la trabajamos un poco para sacarle el aire (desgasificar) y la dejamos reposar en la nevera toda la noche. al día siguiente seguimos el proceso normal, dividiendo la masa.

Espero que os guste.

Un saludo

martes, 14 de octubre de 2014

Día cero. Empezando un nuevo propósito.

Lo primero que debería decir es que este proyecto, o como deba llamarse, es un propósito personal, con el único objetivo de mejorar y obligarme a mi mismo a realizar al menos una receta distinta cada día (laborable, sin descartar algún fin de semana). No tengo como objetivo ni el reconocimiento, ni ánimo lucrativo, solo perfeccionar mis habilidades poco a poco y ampliar mi recetario e incorporar nuevas ideas o técnicas. Ni siquiera espero que lo vea nadie, pero si así resulta, espero que sirva como aprendizaje, tanto para la persona que lo vea, como por los consejos que yo pueda recibir.

Me presento, en segundo lugar, aunque no sea lo habitual: mi nombre es Sergio, y tras haber estudiado cocina he descubierto la que creo será la vocación de mi vida. Prácticamente son todo buenos recuerdos de la escuela, en mi caso, la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid. Allí aprendí desde coger un cuchillo y como usarlo sin llevarte un dedo (aunque las uñas a veces no pudieran decir lo mismo), hasta la limpieza básica de pescados y carnes o la preparación de fondos y salsas clásicas. Pero sin duda lo que más disfrutaba eran las lecciones de pastelería, aunque estaban en inferioridad de tiempo frente a las de cocina, por lo satisfactorio y colorido de este arte. Espero poder dedicarme a ello algún día, con un pequeño obrador casero dónde primen la calidad y los ingredientes naturales (entiéndase como natural la ausencia de químicos  artificiales y conservantes). Por estas razones, esperad que la mayor parte de las recetas sean dulces.

Los días que no publique será porque no tengo acceso o tiempo para cocinar, pues aunque podría publicar cualquier receta sin mas, solo quiero publicar aquellas que haya hecho ese mismo día para asegurarme de que son correctas, de que aporto las fotos del proceso y para no olvidar ningún detalle importante.

Aun no tengo claro la estructura exacta que usaré en las recetas, pero la idea es dar la lista de ingredientes, evitando abreviaturas, y siempre que sea posible, en pesos exactos, en sistema métrico decimal. Lo siento, no soporto las medidas con tazas. Después la realización paso a paso, destacando puntos importantes, dentro de mi escaso conocimiento y corta experiencia en la cocina. Todo esto acompañado de algunas fotos explicativas.

Por último, agradecer a cualquiera que lea esto haber pasado por aquí, y decir que estoy abierto a sugerencias y peticiones. Cualquier persona con un blog similar puede ser enlazada con solo pedirlo, y me encantará aprender de los conocimientos de otros. Y perdón por la parrafada.

Un saludo.

Sergio Blanca