¿A quién no le gusta una buena lasaña? Sabrosa y cremosa gracias a la combinación de pasta, relleno y bechamel. Además se puede dejar preparada con antelación, tan solo a falta de unos minutos de horno.
El relleno corre a cuenta de nuestra imaginación y gustos. El que muestro es uno de los clásicos, pero podemos hacerla de espinacas, solo de seta, con atún, con pollo o hasta de foie.
Si queremos llevarlo un paso mas allá, la haremos con nuestra propia pasta fresca elaborada en casa, pero lo he dejado para otra ocasión en la que me centraré en la pasta fresca. Al lío!
Ingredientes (de 4 a 6 raciones, según el tamaño):
-Bechamel
·1/2 litro de leche
·40g de harina floja
·40g de mantequilla
·Sal, pimienta y nuez moscada
-Relleno
·500g de carne picada de ternera o mixta
·300g de setas al gusto
·1 cebolla
·1 diente de ajo
·300g de tomate frito
·Sal y pimienta
-12 placas de pasta para lasaña
-Queso rayado al gusto
Elaboración:
Esta vez tenemos que ponernos multi tarea. Preparamos una olla con abundante agua con un puñado de sal y un chorro de aceite y la ponemos a hervir.
Por otro lado, calentamos una sartén hasta que esté muy caliente y con un chorrito de aceite salteamos la carne picada salpimentada y reservamos.
En un cazo vamos calentando la leche para la bechamel.
Cogemos una cucharada o dos del tomate frito y cubrimos muy ligeramente el fondo de la bandeja de horno donde vayamos a montar la lasaña para evitar que se pegue.
Mientras se hace la carne vamos picando el ajo y la cebolla y lo rehogamos en la misma sartén de la carne, previamente retirando esta. Al mismo tiempo cortamos las setas en dados de un centímetro y las añadimos a la cebolla. Salpimentamos y dejamos rehogar por 10 minutos.
Cuando hierva el agua, echamos las placas de pasta y cocemos durante el tiempo indicado en el paquete o cuando esté a nuestro gusto.
Transcurrido el tiempo, pasamos la pasta a un recipiente con agua y hielo para cortar la cocción y la dejamos sobre un paño húmedo bien limpio, estiradas y sin solaparlas.
Una vez que la cebolla y las setas estén listas, añadimos la carne y el tomate, dejamos que se calienten, rectificamos el punto de sal si fuera necesario y reservamos.
Comenzamos a montar la lasaña: ponemos una capa de pasta que cubra el fondo. Ahora toca una capa de relleno. Vamos alternando capas hasta acabar con una de pasta.
Dos o tres capas de relleno son suficientes, no estamos haciendo milhojas.
Por ultimo, hacemos la bechamel. Fundimos la mantequilla en un cazo, añadimos la harina y cocinamos unos minutos para quitarle el sabor a crudo. Incorporamos la leche hirviendo y removemos bien con la varilla hasta que espese y de un ligero hervor. Sazonamos con sal, pimienta y nuez moscada y la vertemos sobre la lasaña, cubriendo bien la superficie. Damos unos meneos para que se asiente bien y espolvoreamos queso rayado por la superficie. En mi caso, parmesano recién rayado.
Ya solo queda cortarla en porciones y disfrutarla. Recomiendo tener pan al lado para poder rebañar los restos de tomate y bechamel, no se puede evitar.
Consejos:
-Hay gente que echa a la vez el ajo y el resto de hortalizas para evitar que se queme, pero yo soy de la opinión de que el ajo debe cocinarse primero con el aceite a fuego medio, ya que se cocina mejor sin el agua que aportan las hortalizas. Solo hay que tener cuidado de que no se dore o amargará.
-Si queremos una presentación individual mas perfeccionista y disponemos de aros de emplatar o marcos cuadrados, podemos montar cada ración por separado y al quitar el aro saldrá perfecta y con la forma que queramos.
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